El valor venal es el criterio que la mayoría de las compañías de seguros emplean para determinar la indemnización en caso de accidente, daño o robo. También, representa la cantidad aproximada que se puede obtener al vender un vehículo en el mercado de segunda mano. Para ello, se tienen en cuenta factores como la marca, el modelo, los extras incluidos o la antigüedad del vehículo, aunque no el kilometraje.
Este importe se establece a partir del valor fiscal del coche, indicado en las tablas del Boletín Oficial del Estado (BOE). De este modo, se toma como punto de referencia el valor fiscal del vehículo, aplicándole un porcentaje reductor según su antigüedad. Por ejemplo, los coches con menos de un año desde la fecha de su matriculación cuentan con un valor venal del 100% respecto al valor fiscal, mientras que aquellos con más de tres años reciben un valor venal del 56%. No obstante, los porcentajes reductores varían y deben consultarse en la publicación más reciente del BOE.
En algunos casos, el vehículo puede contar con un valor de afección, el cual aumenta el valor venal al considerar características adicionales que lo hacen más atractivo en el mercado. Este valor extra puede aplicarse a coches con características únicas, como ediciones especiales, vehículos clásicos en estado impecable o aquellos con modificaciones de alta calidad. Además, coches con una historia singular, como haber pertenecido a figuras públicas o haber participado en películas, competiciones o exhibiciones, también pueden ver incrementado su valor.
No es posible influir directamente en el valor venal de un coche, ya que se calcula con base en criterios oficiales como su antigüedad, marca y modelo. Sin embargo, si deseas mejorar la valoración general del vehículo, por ejemplo, para su venta en el mercado de ocasión (donde se considera el valor de mercado), te recomendamos arreglar defectos y desgastes, mantenerlo en buen estado mecánico y realizar una limpieza profunda.
La pérdida del valor venal hace referencia a la depreciación que sufre el valor del coche con el paso del tiempo. Cuanto más antiguo es un coche, más disminuye su valor venal.
Para conocer el valor venal de un vehículo, hay que acudir a las tablas del Ministerio de Hacienda, las cuales se publican de forma anual en el Boletín Oficial del Estado. Al valor de referencia indicado, habrá que aplicarle el porcentaje reductor correspondiente en función de la antigüedad del coche desde su primera matriculación.
El valor de mercado hace referencia al valor que tendría el vehículo en el mercado de ocasión. Además de los elementos que se consideran para calcular el valor venal, también se tiene en cuenta el kilometraje y el mantenimiento del coche. Por lo general, el valor de mercado es superior al valor venal. El valor de mercado refleja de forma más precisa el precio al que se puede vender un vehículo en condiciones reales, mientras que el valor venal se usa principalmente en indemnizaciones o cálculos fiscales.
El valor venal sirve como referencia indirecta para calcular el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) en la compra de vehículos usados. Aunque este impuesto se basa en el valor fiscal ajustado que publica anualmente el BOE, dicho valor utiliza criterios similares al valor venal, como la antigüedad, marca y modelo del coche. Posteriormente, al valor fiscal se le aplica un porcentaje de entre el 4% y el 8%, según la comunidad autónoma.
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